Mala madre

La maternidad no es color de rosa ni mucho menos...

Hoy alguien me dijo "¡Qué liiiiindo que está tu hijo!" y yo rendida de orgullo lo miré con amor. Hoy después de muuuucho, eh.

Es que ser madre lidia entre lo hermoso, el amor más profundo e injustificado (porque el de un chongo se justifica.... hace favores) y el dolor de querer devolverlo (y sin saber dónde queda la tienda de la garantía)

Hoy me vi a mi misma gritando de impotencia ante un llanto que no comprendo, o cuando sólo quería dormir, o de la vez que pensé en revolear a la supuesta criatura porque sencillamente no daba más. Y me revienta, en serio lo digo, esa imagen que nos venden de madres devotas, que aman a cualquier precio, y cuando la madre es una y tiene esos terribles sentimiento (el de querer comer, por ejemplo, sin la criaturita que nos está matando la espalda), una se siente mala madre...
Mala madre... no solo lo sentimos, hasta en oportunidades hay quienes nos lo dicen, así por la calle, sin siquiera preguntarnos si necesitmos una mano...

¿O será que no me dieron los super-poderes?


Les pido desde ya perdón a mis hijos, por no cumplir con las expectativas, a mis amigas madres, si no me di cuenta de darles una mano y a las que no lo son y les acabo de cagar el cuento de "¡qué lindo que es ser madre!"